Roberto Rosario Márquez, expresidente de la Junta Central Electoral y miembro de la Dirección Política del opositor partido Fuerza del Pueblo, aceptó conversar con Luna TV, el canal de los campeones.
Tras participar en reuniones en Santiago, el funcionario acudió al canal para responder las preguntas de periodistas y comunicadores de nuestros espacios informativos.
El primer tema rondo el tema de las elecciones municipales de República Dominicana que en febrero de 2020 fueron canceladas apenas cuatro horas después de la apertura de los centros de votación.
En aquel momento, la explicación brindada por la Junta Central Electoral (JCE) se refirió a que hubo un problema en el sistema de voto automatizado o electrónico que se utilizaba por vez primera en el país.
El fallo provocó que no aparecieran todos los partidos o candidatos en la pantalla de las máquinas de sufragio, lo que generó inmediatos reclamos de las fuerzas políticas afectadas.
¿Considera desde el punto de vista político y desde su experiencia que Dominicana debe aún responder por lo sucedido?, fue la primera pregunta lanzada a Rosario Márquez.
“Tuve casi 15 años en la Junta Central electoral e intervine en más de 8 elecciones nacionales. Las elecciones del 2016 fueron complicadas porque en un solo día se eligieron todos, las del 2020 fueron otro proceso.
“Este es el único país del mundo que después que inicia una elección la suspende, y eso se dio porque había problemas de inconsistencia con los equipos de votación; en muchos lugares las boletas electrónicas no tenían toda la data. Esa denuncia se hizo ante la OEA días antes y la Junta dio garantía que se resolvería antes del domingo de las elecciones”, explicó el invitado.
“Hay dos elementos que garantizaban su fracaso: primero que no sabían cuáles equipos estaban dañados y el segundo era el tiempo. Todo el sistema estaba comprometido, por eso se tuvo que suspender, porque había incluso candidatos que no aparecían. Ahí hubo falta de preparación en la Junta, no tenían un plan de contingencia y por eso ese día las elecciones no se realizaron. El informe final que presentaron a la OEA tenía 21 hallazgos, para mí eran 21 imputaciones que debieron ser analizadas penalmente”, puntualizó el político.
Para el otrora líder de la JCE ello fue un trauma que afectó la transparencia del proceso electoral en el país y algo que no había ocurrido en 50 años.
Lo peor de la situación, se recordó, fue que posteriormente se trató culpar a los equipos y sin embargo esos mismos equipos se han usado luego, incluso “puedo darles la primicia de que esta semana dos partidos, entregaron una solicitud a la JCE diciendo que están de acuerdo que se usen esos propios equipos en futuras elecciones”, declaró Rosario.
“Yo me siento profundamente satisfecho y agradecido de Dios de haber podido ver cómo la gente se ha dado cuento de que trataron de dañar, no mi imagen sino mi gestión”, manifestó.
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