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Monseñor Peña Parra preside misa por centenario de coronación canónica de la Virgen de la Altagracia

El enviado especial por el papa Francisco para presidir la misa de clausura del centenario de la coronación canónica de la Virgen de la Altagracia, Monseñor Edgar Peña Parra, resaltó que el cuadro de la patrona del pueblo dominicano es una defensa a la familia y que, de igual forma, en la Constitución Dominicana, la vida es el primer derecho civil del que se hace mención.

Todo ello en medio de los reclamos de la legalización del aborto basado en las tres causales que aún repercute en la nación.

Recordó a los que se dieron cita al Estadio Olímpico Félix Sánchez, donde se efectuó la misaque el artículo 37 se lee: “El derecho a la vida es inviolable desde la concepción hasta la muerte”.

“El cuadro de la Altagracia, venerado por todos los dominicanos, nos enseña a dar prioridad al valor de la vida y de la familia, pidiendo su intercepción tan milagrosa han venido a este mundo numerosos dominicanos superando muchos impedimentos, su imagen es una defensa y alegato en favor de la vida y de la dignidad de las personas”, manifestó Peña.

El enviado de sumo pontífice afirmó que este cuadro es también una defensa al valor de la familia como institución y de los lazos familiares que han sido y son “duramente” denigrados y marginados, pero que, al mismo tiempo, continúan siendo el punto de referencia más firme para estabilidad de toda la comunidad humana y social.

En ese propio orden, incitó al pueblo dominicano apoyar y defender a la familia de todo lo que la ponga en peligro y a comprometerse a salvaguardar sus precisos y delicados vínculos de hijos, padres y abuelos.

“Necesitamos estos vínculos para vivir y para vivir bien, para hacer la humanidad mejor, una humanidad más fraterna, una humanidad más bella, una humanidad más humana”, solicitó monseñor Peña.

A propósito de ello consideró que se debe pensar de manera muy especial en los jóvenes, que son el futuro del país, de la humanidad, “mis queridos jóvenes dominicanos aquí presentes, pido a nuestra señora de la Altagracia que los bendiga, que les de fortaleza en la fe y que los conduzca a Jesucristo porque solo en Él ustedes encontrarán las respuestas a todas sus inquietudes y a todos sus anhelos”.

Durante su intervención Peña hizo llegar un abrazo afectuoso y la bendición del Papa Francisco a los presentes; así como a todos los obispos dominicanos y de manera especial, al pastor de la Arquidiócesis de Santo Domingo, Monseñor Francisco Ozoria Acosta y a sus obispos auxiliares.

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