El ex primer ministro japonés Shinzo Abe ha sido asesinado hoy en un acto electoral en la ciudad de Nara (oeste de Japón). El político quedó inconsciente y entró en parada cardiorrespiratoria después de recibir dos disparos de escopeta en la clavícula y el cuello, antes de ser trasladado al hospital. “Abe ha muerto desangrado por dos heridas profundas”, tal y como explican los doctores en la rueda de prensa que tiene lugar en el hospital donde fue atendido. El Hospital Universitario de Nara explica que los médicos trataron de salvarlo pero que murió a las 5:03 pm (08:03 GMT), unas cinco horas y media después de que le dispararan.
El asesinato ha conmocionado a un país donde la violencia política es inexistente. Abe ha sido el primer ministro que más tiempo ha pasado en el cargo, y aun después de su retirada, por motivos de salud, era una figura muy influyente en la política nipona.
Testigos presenciales del ataque afirman que se oyeron dos disparos en el lugar de los hechos y que a continuación Abe se desplomó al suelo, mientras que algunos ciudadanos captaron y subieron a las redes sociales imágenes del político siendo atendido sobre el terreno. El ataque se produjo cerca de una estación de tren. La policía local ha detenido a un hombre como supuesto autor del ataque, un ex militar de 41 años residente en Nara, Tetsuya Yamagami, que, según las primeras pesquisas, no tendría motivos políticos y habría usado un arma casera. “Al principio pensé que eran petardos”, dijo un transeúnte a NHK.
El ataque ha conmocionado al pais ya que los permisos de armas son extremadamente restrictivos y las tasas de criminalidad muy bajas: el año pasado sumó apenas una decena de incidentes con arma de fuego, y solo un muerto, con 125 millones de habitantes. Abe ha sido el primer ministro con más tiempo en el cargo y es aún una figura muy influyente en país.
El incidente se produjo sobre las 11:30 hora local de este viernes (2:30 de la madrugada en España) y en presencia de numerosos ciudadanos que asistían al acto de campaña o transitaban cerca de la estación de Yamato-Saidaiji. Los mítines electorales suelen celebrarse en Japón en plena calle y con escasas medidas de seguridad.
Tras el ataque, los servicios sanitarios trasladaron al ex primer ministro a un hospital en la ciudad de Kashihara, al sur de Nara, para tratar de recuperar sus constantes vitales, tras haber entrado en parada. Medios nipones informaron de una grave hemorragia interna, y el ministro de Defensa indicó que estaba siendo intervenido, antes de que las cadenas de televisión informaran del fallecimiento.
Abe cumplió dos mandatos como primer ministro para convertirse en el primer ministro de Japón con más años de servicio antes de renunciar en 2020 debido a problemas de salud. Pero ha seguido siendo una presencia dominante sobre el gobernante Partido Liberal Democrático (PLD), controlando una de sus principales facciones.
Su protegido, el primer ministro Fumio Kishida, se presenta a las elecciones parciales a la Cámara Alta de la Dieta (Parlamento de Japón) que se celebran este domingo, en las que el Partido Liberal Democrático (PLD) espera revalidar su amplia mayoría. Según los analistas, Kishida espera que una victoria le permita salir de la sombra de Abe y definir su cargo de primer ministro. El partido, en todo caso, suspendió su campaña electoral después del tiroteo. El gobierno dijo inicialmente que no había ningún plan para posponer las elecciones.
