A tres días del inicio del año escolar 2024-2025, varias escuelas en Santiago presentan precarias condiciones para impartir la docencia.
Tal es el caso de la Escuela Ivelisse Prats, ubicada en el Ensanche Libertad de esta ciudad, donde se inició el año escolar “agarrados de la voluntad de trabajar de los maestros”, ya que no cuentan con las condiciones adecuadas para laborar.
El profesor Douglas Lora, represente del comité de la Asociación Dominicana de Profesores (ADP) en la escuela, explica que muchos de los maestros no cuentan con un escritorio ni una silla, deben utilizar butacas y a veces una mesita.Asimismo, la mayoría de los cursos del tercer nivel no tienen abanicos, y las persianas deben cerrarse porque la claridad no permite que se vea la pizarra, que tampoco funcionan como deberían.
En las aulas del segundo nivel, algunas cuentan con un solo abanico que debe refrescar a los 30 estudiantes que hay en un espacio muy reducido.
Los cursos están todos juntos, divididos por media pared, por lo que el ruido y el eco de uno imposibilita dar clases en otra aula, mientras que otros cursos no tienen iluminación adecuada.
Ante la falta de recursos y materiales gastables, los maestros se ven obligados a asumir personalmente los costos de las copias e impresiones necesarias para los estudiantes.
Aquí no hay una sola conserje nombrada para asistir en la limpieza del centro que cuenta con tres niveles y los maestros deben limpiar las áreas comunes y las aulas.
Tampoco hay portero para la tanda vespertina. Anteriormente hacía falta en ambas tandas y una maestra debía permanecer en la puerta.
La escuela no cuenta con un patio donde quepan los más de 600 estudiantes matriculados. Tienen con una marquesina para el recreo, que debe ser divido en varios horarios.
El espacio del laboratorio de informática está completamente vacío, allí no hay ni una computadora para los estudiantes. Para impartir las asignaciones de la materia de informática, los estudiantes deben utilizar sus computadores personales.
En el tercer nivel de la institución, los baños no cuentan con acceso a agua potable, lo que imposibilita su uso y dificulta su adecuada higiene, obligando a los estudiantes a descender al segundo nivel cada vez que necesitan hacer uso de estos.
La escaleras que conducen al segundo y tercer nivel presentan una inclinación muy pronunciada. Debido a esto, los maestros deben permanecer cerca, para que los estudiantes puedan bajar con cuidado, ya que estas también carecen de verjas de seguridad.
La estructura del centro educativo presenta espacios muy reducidos, lo que complica el libre tránsito, considerando la cantidad de alumnos que alberga.
Este centro, que hasta hace poco funcionaba como colegio privado, fue oficialmente transformado en una institución pública el pasado mes de febrero. Sin embargo, aún conserva el nombre anterior.
La comunidad educativa continúa a la espera de que se cumpla la promesa de construir un nuevo y adecuado plantel escolar, para su traslado.
Otro es el caso de la escuela Marcelino Valenzuela, ubicada en el Ensanche Libertad de Santiago. Allí se espera que el Ministerio de Educación cierre el acuerdo con el propietario de un solar contiguo a la escuela, que solucionaría el problema de la falta de especio de recreación para los más de 400 estudiantes que hay matriculados.
Esta escuela solo cuenta con un espacio de 25 metros que utilizan para izar la bandera y recrearse.
El pasado viernes, el centro, bajo la aprobación de la Asociación de Padres, Madres y Amigos de la Escuela (APMAE), estaba amenazando con no iniciar el año escolar de no solucionarse la situación.
En la escuela Mélida Giralt, ubicada en carretera Jacagua, las clases a nivel inicial aún no han comenzado debido a una intervención en la infraestructura, que ha dejado al menos 75 niños de pre-primario, sin acceso a la educación.
De acuerdo con el ingeniero a cargo, la obra debería tomar alrededor de 15 días. Sin embargo, los maestros estiman que podría tardar mucho más debido al estado actual de la construcción.
Además, el centro educativo finaliza la docencia a las 12 del mediodía, ya que el área en construcción, que pronto será delimitada para proteger a los niños de posibles riesgos, incluye la cocina.
Tomado de Listín Diario