Las muertes provocadas por las devastadoras inundaciones que han golpeado al sur de Brasil aumentaron a 57, según el más reciente informe divulgado por las autoridades locales este sábado (04.05.2024). La cifra no ha parado de crecer los últimos cuatro días, y refleja el calibre de la tragedia causado por lo que se ha llegado a calificar como “desastre climático”.
Rio Grande do Sul, estado fronterizo con Argentina y Uruguay, es el más afectado con 56 muertos, mientras que en el vecino estado de Santa Catarina se registró otro fallecimiento. A ello se suman 67 personas desaparecidas y decenas de miles de damnificados, de los cuales 8.296 se encuentran en refugios públicos y 24.666 en casas de familiares y amigos en Rio Grande do Sul.
Más de 8.000 personas, algunas de ellas encaramadas a los tejados de sus casas, tuvieron que ser rescatadas por helicóptero o barco en el que es considerado por las autoridades como el peor desastre natural de la historia de la región. Las lluvias también han afectado en las últimas horas a Porto Alegre, cuyo aeropuerto debió cerrar el viernes por tiempo indeterminado. Cientos de pasajeros no pudieron tomar sus vuelos ni abandonar el recinto porque las carreteras están bloqueadas.
Los desbordes de los cauces de agua y deslizamientos de tierra mantienen interrumpidas numerosas carreteras en el estado Rio Grande do Sul, con casi 300 localidades afectadas, muchas de ellas aisladas. El rápido ascenso en las últimas horas del río Guaíba anegó el centro histórico de Porto Alegre, una de las mayores urbes del sur brasileño, con una población de casi 1,4 millones.
En el barrio de Navegantes, en la zona norte de Porto Alegre, José Augusto Moraes de Lima pedía ayuda a los bomberos para rescatar a un niño que quedó atrapado en su casa, pues un problema en la pierna le impidió llevarlo con él. “De repente, en cuestión de minutos, en menos de una hora, se inundó todo. Perdí todo, televisión, guardarropas, cama, nevera, todo”, relató angustiado el comerciante de 61 años a la agencia de noticias AFP.
El gobernador de Rio Grande do Sul, Eduardo Leite, dijo el sábado en una transmisión en vivo por Instagram que se trataba de una situación “dramática” y “absolutamente sin precedentes”. En tanto, el alcalde de Porto Alegre, Sebastiao Melo, informó que “pese al gran esfuerzo de contención”, un dique en otro río que surca la ciudad, el Gravataí, empezó a desbordarse.
Tomado de AFP