En una jornada legislativa marcada por la tensión política, la Cámara de Diputados de la República Dominicana aprobó este martes, en un procedimiento de urgencia, la propuesta de reforma a la Constitución.
El presidente del hemiciclo, Alfredo Pacheco, junto con la vicepresidenta de la Cámara, lideró una sesión que culminó con la aprobación en dos lecturas consecutivas del proyecto de ley que declara la necesidad de modificar la Carta Magna del país.
La reforma fue aprobada sin dificultades gracias a la mayoría arrolladora del Partido Revolucionario Moderno (PRM). En total, 136 diputados votaron a favor, un respaldo que evidenció la capacidad del oficialismo para impulsar su agenda legislativa.
Este dominio permitió que la propuesta avanzara a pesar de la retirada de la oposición, integrada principalmente por diputados del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y de la Fuerza del Pueblo, quienes abandonaron la sesión en señal de protesta. Sin embargo, su ausencia no detuvo el proceso, que continuó con normalidad bajo la conducción del PRM.
La decisión de la oposición de retirarse del hemiciclo respondió a lo que consideran un abuso de poder por parte del partido gobernante. Los diputados opositores acusaron al PRM de instaurar lo que denominaron una «dictadura legislativa», afirmando que el oficialismo ha bloqueado el debate democrático al no permitir que las voces disidentes se expresen plenamente en el Congreso. La situación generó un acalorado cruce de acusaciones durante la sesión.
El presidente de la Cámara de Diputados, Alfredo Pacheco, respondió a las críticas de la oposición, negando rotundamente que existiera una intención de silenciar a las minorías en el Congreso.
Pacheco recordó que, durante las discusiones previas sobre la reforma, los opositores ocuparon la mayor parte de los turnos de palabra, lo que, según él, desmiente las acusaciones de que se les impide participar en el debate. Afirmó que el proceso ha sido transparente y que la mayoría parlamentaria simplemente ha actuado en consonancia con su mandato democrático.
La reforma aprobada incluye varios cambios significativos en la Constitución dominicana. Entre las modificaciones propuestas se destacan la reducción del número de diputados de 190 a 170, la unificación de todas las elecciones en un solo evento electoral, un nuevo método para la elección del procurador general de la República, y la implementación de una cláusula que prohíba a los presidentes postularse para más de dos periodos consecutivos en el Poder Ejecutivo. Estos cambios han generado un debate profundo en la sociedad dominicana, con posturas encontradas tanto en el ámbito político como en el social.
Antes de que la reforma se aprobara, los diputados del PLD Danilo Díaz y Mayobanex Martínez presentaron un informe disidente en un intento por frenar la propuesta.
En su documento, argumentaron que no era necesario reformar la Constitución en los aspectos propuestos, subrayando que la actual Carta Magna ya garantiza la independencia del Ministerio Público, uno de los objetivos principales de la reforma, que busca modificar el método de elección del procurador general.
El informe disidente también expresó preocupación por la reducción en el número de diputados, advirtiendo que esto podría vulnerar el derecho constitucional de los ciudadanos a elegir y ser elegidos. Según el PLD, la disminución del número de representantes podría debilitar la representación democrática en el Congreso, lo que afectaría negativamente el equilibrio político del país.
A pesar de los esfuerzos de la oposición por detener la reforma, la mayoría del PRM desestimó el informe disidente, reafirmando su posición de que los cambios propuestos son necesarios para modernizar el sistema político y fortalecer las instituciones democráticas. En total, 135 diputados votaron en contra del informe disidente, lo que permitió que la reforma continuara su curso.
La sesión concluyó con la aprobación de la reforma, pero el debate sobre sus implicaciones sigue abierto. En los próximos días, la Asamblea Nacional, conformada por senadores y diputados, deberá reunirse para tomar una decisión final sobre las modificaciones a la Constitución.
Mientras tanto, la oposición mantiene su postura crítica, calificando la reforma como innecesaria y perjudicial para la democracia del país.
Tomado de Propuesta Digital
